Open Space, ¿Cómo es tu lugar de trabajo?
Los centros de trabajo se han venido transformando con el paso del tiempo.
La opción por los espacios abiertos ha desterrado a la clásica división en despachos o cubículos de antaño.
Como no podía ser de otra forma, también hay un anglicismo para esto, el trabajo en “Open Space” (“espacio abierto”)
Los centros de trabajo se han convertido en un horizonte despejado y luminoso.
Esto tiene muchas cualidades positivas, no sólo estéticas, sino que realmente trabajar en Open Space constituye una forma de trabajar diferente, sobre todo más colaborativa.
Desarrollar tu trabajo en abierto te permite interactuar fácilmente con tus compañeros, la comunicación es más fluida y la colaboración inmediata. También hay mayor libertad de movimiento, de interacción, y esto hace que se manifieste el talento de los compañeros, se hacen patentes sus habilidades y su talento frente a todos.
Compartir espacios supone compartir muchas más cosas, profesionales y personales.
Se vive el tiempo de trabajo con mayor intensidad en todos los sentidos.
Se comparte la vida de trabajo.
Ahora bien, no todo es tan bonito, también tiene sus dificultades.
Una es la falta de intimidad a la hora de mantener ciertas conversaciones delicadas sin que se enteren en toda la planta.
También supone una dificultad añadida en el trabajo mantener la concentración sin distraerse del ir y venir de la gente, de las conversaciones que mantienen los compañeros, que en muchas ocasiones se olvidan de que hay gente trabajando junto a ellos. La información fluye de forma tan intensa que se corre el riesgo de interrumpir las tareas de los compañeros permanentemente con conversaciones directas o cruzadas.
Y cuidado, porque también se puede confundir la colaboración con el abandono de las propias responsabilidades.
Tan positivo es que fluya la información, la colaboración, el talento y la creatividad, como que se respete el espacio y la concentración de los compañeros
Recientemente, tuve la suerte de visitar una empresa tecnológica que me sorprendió por cómo han diseñado la distribución de los espacios teniendo en cuenta todos estos hándicaps.
Por ejemplo, resolvieron la intimidad de ciertas conversaciones con la instalación de cabinas insonorizadas. Por mucho que la conversación suba de tono, nadie escuchará lo más mínimo.
Una sala de reuniones, con un acceso muy cercano a los puestos de trabajo y con tiempo medido, resolvía las conversaciones cruzadas. Y un pequeño patio interior daba oxígeno a ciertos momentos en los que puede hacer falta un poco de aire y silencio.
La teoría dice que eliminando las barreras arquitectónicas ayudas también a eliminar las barreras organizacionales, pero hay estudios (Estudio de 2013 de Gensler) que acreditan que en los espacios abiertos está bajando la creatividad y la productividad por culpa del ruido y las interferencias en el trabajo individual.
¿Qué valoras más, poder mantenerte concentrado o la facilidad para colaborar con los compañeros?
Te dejamos una vista online de 360º de nuestra oficina, un espacio abierto donde compartimos nuestro trabajo e ideas.
Pablo Alberto Sirera Soler
